En una noche de junio, cinco archivistas y gestores culturales andinos se reúnen virtualmente  para reflexionar sobre sus respectivas experiencias archivísticas ya sea con materiales fílmicos o registros fotográficos familiares en Bolivia y en el Perú. El marco de esta mesa redonda no es un congreso, ni una presentación oficial. Al contrario, son las once de la noche de un lunes y entre diálogo y algunas risas, la reunión se siente más como un encuentro acogedor entre viejos amigos.

A pesar de diferencias en geografía y formación profesional, todos los presentes nos dimos cuenta de que hay bastantes similitudes, no sólo en lo que nos llamó inicialmente a este trabajo, sino también en cómo visualizamos la práctica archivística hacia el futuro. Cristina Machicado Murillo observa “Me parece interesante cómo todos hemos llegado de diferentes recorridos a trabajar con materiales de archivo. Lo que nos une es una práctica de archivo no convencional, llegamos a este trabajo desde lo intuitivo.” Y tiene razón, ya que a lo largo de la mesa redonda se coincide que el componente afectivo entre el público y que el archivo no sólo abre nuevas posibilidades de interacción sino que también guía procesos para encadenar historias de nivel individual y local a lo nacional. Lorena Best añade “Existe un relato nacional que usualmente favorece a los más privilegiados de un país, en el caso peruano las comunidades indígenas casi no son reconocidas. Al recuperar historias orales, objetos, fotografías familiares, esa historia olvidada de un pueblo o un barrio comienza a existir en el presente y por lo tanto desafía la hegemonía…cuestiona las ideas de la nación.”

Red De Archivos Fílmicos Del Sur Peruano

Lorena Best, junto a Edward de Ybarra y María Domínguez son integrantes del colectivo Red De Archivos Fílmicos Del Sur Peruano, cuya meta es crear espacios de encuentros en el sur peruano a través de iniciativas de preservación audiovisual. El colectivo surge en el 2018 durante Transfrontera, un encuentro de cineastas en Tacna. Es ahí donde llegan hacia la película Tacna/Arica (1924), un largometraje documental sobre la ocupación chilena en Tacna al igual que la oportunidad de restaurar la cinta. Esto es significativo ya que es una de las pocas veces que se otorgan fondos públicos en el Perú para preservar una película en lugar de realizarla o producirla. Edward comenta “En el Perú no hay una cinemateca pública, entonces el hacer cine es un proceso más intuitivo. Esta película es chilena y encargada por el estado chileno para hacer propaganda en Tacna. Se hace en un momento de posguerra entre ambos países. Ya a 100 años lo podemos ver de otra manera y encontrar otro tipo de valor. Es memoria incómoda pero nos ayuda a entender ese valor que tiene el cine en la sociedad y en nuestras vidas.” Este proyecto se suma a otras iniciativas por parte del colectivo que incluye la preservación de los archivos personales del cineasta arequipeño José Antonio Portugal y el cineasta y antropólogo audio visual cusqueño César Vivanco, entre otros. “Intentamos descentralizar la información y los archivos que existen afuera de las grandes capitales Peruanas y así apoyar que gestionen sus propios archivos”, comparte María.

Por su parte, Cristina Machicado Murillo es archivista y coordinadora de la Fundación Flavio Machicado Viscarra, una organización sin fines de lucro que entre varias iniciativas mantiene un archivo familiar iniciado por su abuelo Don Flavio Machicado Viscarra. Fue fundada en 1995 en el barrio de Sopocachi en La Paz, Bolivia con el fin de promover el acceso libre a recursos de información en el campo de la música, el arte y las humanidades. Aparte del archivo histórico, el cual contiene una variedad de materiales como fotografías familiares y documentos, la fundación actualmente cuenta con una biblioteca, hemeroteca y fototeca. El archivo fue catalogado y sus sistemas consolidados en el 2012, por parte de una subvención de la Universidad de Harvard. Más allá de armar colecciones, esta iniciativa, liderada por Cristina, su familia y voluntarios, busca posicionar el archivo familiar a estar en diálogo con el público y a la vez generar un acercamiento para que la gente conozca el material. “Creo que la posibilidad de trabajar con archivos no convencionales te abre la oportunidad de entablar otro tipo de relación con la sociedad,  una manera mucho más real y cotidiana. En los últimos años generamos visitas al archivo donde nuestra principal intención es provocar que la gente se  pregunte acerca de sus propios archivos, lo que su familia ha producido y que quizás está olvidado en un cajón. Cada uno es productor de documentación. El mostrar un álbum de mis abuelos muchas veces interpela al visitante, hace que la gente se pregunte ¿dónde quedó la documentación de mi familia?” comenta Cristina.

Fundación Flavio Machicado Viscarra (Fotografía de Álvaro Alvaro Gumucio)

Esta conversación nos da a conocer  el legado de archivos autogestionados que existe en la región y que ha surgido a partir de una nueva generación con ganas de compartir sus proyectos. Más aún, mientras en La Paz ha crecido bastante interés en el archivo también existen en otras regiones como en la Amazonía Boliviana que por cuestiones del clima están desapareciendo. Esto resalta la importancia y necesidad de la creación de redes y espacios de encuentro para seguir profundizando en la práctica archivística latinoamericana…el poder imaginar un archivo fuera de contexto tradicional o mejor dicho institucional o académico. “En Bolivia generar estos tipos de redes es de mucha ayuda ya que en dialogar con archivistas argentinos, chilenos o peruanos por ejemplo, me ha permitido no sólo conocer softwares u obtener ciertos materiales de preservación que no hay en Bolivia pero también darme cuenta de que la archivística boliviana, a pesar de limitaciones, ha contribuido mucho al debate latinoamericano en cuanto a soluciones. Esto ha sido muy gratificante.” comparte Cristina. María añade “a mi me ha sorprendido viajar a otros partes de Latinoamérica o en EEUU y ver a la gente ver sorprendida con el trabajo hecho en La Paz. Eso es súper importante porque a pesar que somos muy pocos, estamos obligados a buscar respuestas caseras con todo tipo de limitación. Es bien importante hacer estas redes para darse cuenta que el trabajo que hacemos estaba bien no más.” La propia participación de María, quien es paceña, en la Red De Archivos Fílmicos Del Sur Peruano demuestra esto pues le ha permitido contribuir su conocimiento y experiencia previa con el Kinetoscopio Monstruo, un grupo de divulgación de cine no tradicional boliviano que a lo largo del 2013 y 2014 organizó jornadas de archivo, abierto al público llamado Peripecias y Encantos. Esto incluye exhibiciones de películas bolivianas en formato analógico del siglo 20 hasta los años sesenta. Al contarme sobre ese proyecto María menciona, “Eso demuestra que la memoria no es un privilegio y que al momento de relacionarse, la gente exige y lo recibe con brazos abiertos. Esa es la conexión más fructífera con el archivo.” Su compañera en La Red, Lorena comparte “Qué sería que una institución haga algo como Kinetoscopio Monstruo, que presente material análogo abierto a la comunidad… muchas veces a las instituciones no se les ocurre. Nuestras experiencias están alimentando este diálogo.” Cabe mencionar que el Kinetoscopio Monstruo nace dentro de la Cinemateca Boliviana en respuesta a la poca difusión de sus colecciones.

Por otro lado hay también retos enraizados con los cuales los archivistas de la región afrontan en su trabajo. Retos como sistemas que priorizan fielmente la noción de propiedad y los derechos de autor y que por ende implican procesos archivísticos ya que coloca límites a lo público. La Red es un proyecto subvencionado de fondos públicos por parte del gobierno peruano y por lo tanto tiene compromiso para encontrar diversos caminos para comunicarse pero hay limitaciones oficiales y legales en la que se escribe la legislación Peruana y que privilegia la propiedad privada” lamenta Lorena. También existe el factor del alto costo de este trabajo, en especial en los archivos audiovisuales ya que hay que mantenerse al tanto de una tecnología en constante desarrollo. Todo esto contribuye a una perspectiva desoladora donde a veces rendirse a las grandes cinematecas o archivos se siente inevitable. Nos emocionamos en armar nuestros archivos descentralizados, pequeños, con recursos propios pero también te puede traer problemas donde acabamos cuestionándonos nosotros mismo y nuestra visión.” dice María. A pesar que todo esto es muy cierto, siento que el estar todos juntos y tener este diálogo un lunes, once de la noche es resiliencia y una provocación a ese sistema enraizado. No soy la única que se siente así ya que Cristina vocaliza esta sensación exacta y propone “Un reto muy importante que tenemos como individuos es el hecho de escribir sobre los archivos por lo que pasamos. Sólo así podemos mantener el hecho que por más grande la institución sea que lo capte, sabemos lo que verdaderamente existe allá adentro. Mantener una memoria del archivo vivo como tal. Creo que estos tipos de acciones permiten que estos archivos estén más vivos.”

Fundación Flavio Machicado Viscarra (Fotografía de Álvaro Alvaro Gumucio)

Cuando propuse escribir sobre esta temática como parte del colectivo Archivistas en Espanglish fue por el deseo de visibilizar el trabajo archivístico Andino. A nivel personal y como alguien que forma parte de la diáspora boliviana, fue también una oportunidad de conocer a nivel más profundo el panorama archivístico en ambos países. Sin embargo, no esperaba conectar de manera profunda ya que la conversación se pretendía enfocar en traumas compartidos en contexto de la película Tacna/Arica. Es una realidad que entre dos países vecinos como lo son Perú y Bolivia, existen lazos e historias cruzadas. Los compañeros peruanos recalcan que restaurar una película como Tacna/Arica es muy importante. Esta restauración permite volver a navegar el pasado, algo significativo en un país donde se enseña a no mirar hacia el pasado. Edward comparte “En el Perú, el tema de la memoria es muy poco trabajada, hasta negada por el estado. La guerra del Pacífico es un trauma muy fuerte para el nosotros. Por eso creo que es importante ver cómo se han construido nuestros países y confrontar ese trauma. Quizás es por algo que personas del Perú y Bolivia y probablemente Chile, si la Cineteca [Nacional] chilena se incorpora, vuelvan a un material que nos involucra colectivamente como sociedad ya que hay traumas compartidos. Quizás sea una oportunidad para sanar colectivamente.” A eso Lorena añade, “Hay también emoción [en] el poder restaurar esta película en Tacna y conversar, ya que te cuentan la historia de acá y como la memoria de la ocupación todavía está viva. Escuchar estos relatos es importante.”

Días después todavía reflexiono sobre esta conversación. A pesar de pertenecer a la diáspora, este intercambio me permite conocer un pedazo más sobre mi historia a partir del archivo. Quizás es esa la verdadera razón por la cual nos reunimos: por la posibilidad de acercarnos a repensar nuestras historias y así calcar una nueva narrativa andina entre dos países vecinos y latinoamericanos.

* Las personas interesadas en saber más de Red De Archivos Fílmicos Del Sur Peruano pueden contactar a Edward De Ybarra: edward.deybarra@gmail.com .

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