El proyecto Nomes e Voces estudia la represión franquista durante la Guerra Civil y su posterior dictadura en Galicia. Impulsado desde el departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela se insertó en el marco del “Ano da Memoria” (2006) promovido por la Consellería de Cultura e Deporte de la Xunta de Galicia. Las cifras recogidas en su web no dejan lugar a dudas sobre el volumen ingente de trabajo: 512 entrevistas (tanto a supervivientes de la época como a familiares directos), 2.799 causas vaciadas, más 12.600 fragmentos de sonido, 3.470 entradas de registros de defunciones (recorriendo registros civiles de Galicia y ayuntamientos limítrofes con Zamora), 9.600 entradas bibliográficas o 22.340 ítems de imágenes recogidas, provenientes en su mayoría de las familias de las víctimas. Tras la primera parte de la entrevista publicada el 9 de julio, Retomamos la charla en las reflexiones sobre las entrevistas a supervivientes o familiares como herramienta clave en la investigación.
(ARCHIVOZ) ¿Existe esa condición balsámica para las víctimas en un proyecto que aboga por la conciliación con el pasado?
Rotundamente sí. La experiencia con las entrevistas fue siempre de agradecimiento. Todos y todas se mostraron amables con nosotros, y además nos facilitaron enormemente el trabajo. Para ellos, que desde la Universidad nos preocupásemos por su historia y sus recuerdos, fue otorgarles un valor que hasta ese momento se había quedado de puertas para adentro. No sé si tanto como conciliación con el pasado, pero desde luego si que tuvieron la sensación, y así nos lo decían, de que por fin se hacía caso de sus historias que muchas veces no habían contado a nadie, ni a sus hijos, y que nos las contaban a nosotros.
(ARCHIVOZ) Y, sobre todo, ¿las expectativas de lo que esperabais encontraros se han visto acrecentadas? ¿En qué medida?
Cuando estábamos preparando el cuestionario tipo de entrevista, que después se adaptaba a cada experiencia, nuestra intención primera era preguntar por nombres de represaliados ya fueran asesinados, encarcelados, escondidos o huidos. También, la violencia ejercida sobre la mujer, desde las rapadas, las violadas o las maltratadas, un tipo de violencia que no aparece en la documentación tipo –causas militares, registros de cárceles o documentación gubernamental-. En todos los casos el testimonio superó nuestras expectativas. La gente no solo nos hablaba de sus familiares o conocidos, también de vecinos o familias que por las circunstancias violentas del momento, los unió. Hijos de agricultores que son amigos de hijos de abogados o médicos y cuya relación se basó en que los padres de ambos compartieron celda y muerte, y que por lo tanto nos cuestan su experiencia y la del otro, pudiendo de esta forma cruzar datos y corroborarlos. Asimismo, fuimos siendo conscientes de que los asesinos eran pocos y conocidos por todos y aunque eran reticentes a dar nombres (nos decían para no molestar a los hijos que no tienen culpa de los que hicieron sus padres), sí que eran reconocidos y en un mismo lugar, se repetían los mismos nombres. También nos proporcionaron ubicaciones casi exactas de los espacios de violencia, muchos de ellos olvidados por la ciudadanía y que gracias a su testimonio son ahora recuperables. Por último, y esto sí que no lo esperábamos, la gran mayoría de las familias guardaron cartas, testimonios escritos, fotografías o materiales (herramientas, peines, figuras…) de sus allegados asesinados. Multitud de estos elementos están ahora a disposición del personal investigador, escaneados y accesibles porque lo primero que esta gente exigía a la hora de prestarlos para su reproducción es que su uso fuese abierto y siempre gratuito. Son más de 20.000 imágenes de todo tipo que, aunque ahora no se puedan prestar debido a que nomesevoces.net, como indicamos, está en hibernación, estarán a disposición de cualquier persona interesada más pronto que tarde.
(ARCHIVOZ) Además de la difusión que lleváis a través de publicaciones especializadas e informes, así como la información alojada en vuestra propia web y redes sociales, ¿cuáles son las actividades que desarrolláis para dar a conocer tanto el proyecto como los resultados de la investigación?
En primer lugar la presencia del personal investigador en diversos congresos nacionales e internacionales sobre historia oral, genocidio, franquismo, violencia, constituyen la mejor plataforma para dar a conocer nuestro trabajo a otros compañeros así como poder intercambiar datos y experiencias. La presencia en congresos internacionales (Oral History-Praga, 2010 Ciencias Históricas-Amsterdam 2010, AAEI-Taffs 2008) o la presentación de resultados en el Congreso de rendición de cuentas, también en 2010: Memoria de Guerra Cultura de Paz en Europa y América. También es de destacar la presentación en conferencias y seminarios en varias universidades norteamericanas (Princeton, CUNY, Columbia, Pittsburg, Hoffstra, Texas-Tech).
En segundo lugar, una de las premisas que teníamos en nomesevoces.net y que mantenemos en HISTAGRA, es acercar a la ciudadanía el resultado de nuestro trabajo apostando, de este modo, por la transferencia del conocimiento a la sociedad, uno de los puntos básicos de la investigación. Colaboramos con cuanta iniciativa cultural surge: documentales, películas, periódicos, webs, libros, folletos o visitas guiadas. También atendemos, dentro de nuestras escasas posibilidades, a las demandas que desde asociaciones culturales non hacen, tanto en la presentación de libros o mediante conferencias y debates. A este respecto, la presencia en acontecimientos tales como la inauguración de plazas, homenajes a represaliados, colaboración en libros colectivos es asidua. En los últimos años, hemos realizado varias muestras expositivas con el material y que pueden ser consultadas en nuestra web. Una de las que más demanda ha tenido, y que próximamente se podrá ver en A Baña durante los meses de agosto y septiembre, es la que produjimos sobre la represión en Santiago de Compostela en 2016 aprovechando la celebración del congreso 1936. Un novo relato? 80 anos, entre historia e memoria y que se pudo ver en la Fundación Eugenio Granell. Ha estado itinerando por los IES (Instituto de Ensinanza Secundaria) de Compostela, Laxe, Lalín, Rianxo e iba seguir por Ribeira, Boiro, A Pobra y Zas, pero por las circunstancias actuales tuvo que ser suspendida.
(ARCHIVOZ) ¿Cuál ha sido la respuesta de los materiales didácticos que habéis preparado a este respecto?
Cuando nos propusimos completar el congreso 1936. Un novo relato? 80 anos, entre historia e memoria con la exposición, nuestra intención fue ofrecer a la ciudad de Santiago un espacio de reflexión sobre el golpe de estado de 1936 y la dictadura. Sin embargo, esta primera intención fue ampliamente superada debido a la demanda que desde las instituciones educativas se nos hizo. Fue el IES Xelmirez II de Compostela que hace algo más de un año nos pidió ayuda ante la proliferación entre el alumnado de actitudes condescendientes sino de justificación ante la violencia franquista, nazi y fascista. Creímos que la exposición, junto a una conferencia podría amortiguar este tipo de actitudes, que por otra parte, pensábamos que se circunscribían a este centro. La sorpresa fue cuando meses después desde Laxe, se nos planteó lo mismo, desde Rianxo, y desde otros IES compostelanos como el Rosalía de Castro. Ahí nos dimos cuenta de la importancia de este tipo de actividades, algo que expusimos al nuevo gobierno municipal y a la concejalía de Educación que nos mostró su apoyo para poder exhibir todos estos materiales, junto con una charla al alumnado por parte de los comisarios e investigadores.
[bctt tweet="La necesidad de pedagogía que aún es necesaria para que la gente comprenda la importancia del pasado y su significado en el presente."]
(ARCHIVOZ) Hace algunos meses inaugurábais en Santiago de Compostela una exposición que recogía distintos espacios de la ciudad en los que hombres y mujeres habían sido paseados, torturados, encarcelados… Eran enclaves de los que la mayor parte de los habitantes compostelanos desconocían su existencia. ¿Cuánto queda por hacer para ser conscientes de nuestro pasado más inmediato?
La exposición Desmontar o franquismo, realizada en colaboración con el Observatorio Europeo de memorias da la Fundación Solidaritat de la UB pretendió ser un espacio de reflexión sobre la simbología de la dictadura en nuestra ciudad. Realizamos un itinerario en cinco etapas: persistencia, veladuras, amnesias, expropiaciones y ausencias. Reproducimos espacios y simbología que fueron olvidados por la ciudadanía de Santiago, así como una cartografía interactiva de la violencia en Galicia. Los visitantes quedaban asombrados que, espacios comunes de su día a día habían sido lugares de terror: la guardería de la Alameda o el aeropuerto de Lavacolla; otros de los que se desconocía su significado anterior a 1936: las sedes de los partidos y sindicatos o los lugares de esparcimiento. Esto nos dio idea de la necesidad de pedagogía que aún es necesaria para que la gente comprenda la importancia del pasado y su significado en el presente. Las políticas públicas de memoria son cada vez más necesarias, y así se entendió desde el ayuntamiento compostelano con la posible firma de un convenio de investigación sobre el estudio e investigación de los lugares de memoria de la ciudad para de este modo cartografiarlos y darlos a conocer a todos, no solo a los habitantes del municipio, también a los visitantes que año tras año se cuentan por miles.
(ARCHIVOZ) ¿Este olvido premeditado es común en otras investigaciones históricas contemporáneas?
Con la memoria del golpe de Estado y de la Guerra Civil, existen ideas enfrentadas que conllevan a ciertos olvidos, recuerdos y lecciones. En nuestra experiencia la mayoría de las personas entrevistadas nos indicaban que no tenían ansias de revancha, que solo querían que a su familiar se le reconociese que había sido asesinado o encarcelado injustamente. Nunca nos reclamaron acciones económicas, solo que se recuperase su memoria. Para la mayoría, poder votar en 1977 y sobre todo la victoria del PSOE en 1982, culminaron muchos de sus deseos. Entendieron estos acontecimientos como la “venganza” a las acciones de la dictadura. Fueron muchos los testimonios que nos dijeron que habían votado al PSOE en honor y recuerdo a su padre, a su hermano o a un conocido.
(ARCHIVOZ) ¿Habéis observado nuevas iniciativas -cooperativas, asociaciones… sensibilizadas con el tema- a raíz de la existencia del proyecto?
Entre el año 2006 y el 2099 fueron muchas las asociaciones locales que se crearon para la recuperación de la memoria de sus vecinos asesinados, con la intención de señalar un lugar de asesinato o realizar una publicación donde se dejara constancia del pasado traumático de la localidad. Iniciativas locales que nos ayudaron mucho, ya que si pudimos llegar a familias y archivos privados fue gracias e ellas. Con la desaparición de las ayudas públicas a partir de 2009, aunque muchas siguieron trabajando, lo hicieron en precario, además con el problema de la edad avanzada de muchos socios y la falta de relevo generacional. Es verdad que, desde hace un par de años, parece que vuelven a resurgir algunas, con gente nueva en las directivas y que retoman algunos de los proyectos con los que se habían puesto en marcha, pero desde luego nada comparado con la explosión de 2006.
(ARCHIVOZ) ¿Cuáles son los límites y prospectivas del proyecto?
Todo el patrimonio del proyecto documental, oral y gráfico, así como la base de datos, está ahí, en uso. Lo que tenemos que conseguir transmitir a las autoridades y también a la sociedad en su conjunto es el valor patrimonial de este trabajo, entendido como un bien público. Por ello, incluso antes de conseguir financiación, es fundamental la concienciación. Si sabemos que tenemos entre manos algo muy valioso, es mucho más sencillo encontrar formas de hacerlo viable. De ahí en adelante, se ensancha el horizonte y las posibilidades en términos de investigación, relación con el público, recursos a disposición de la sociedad, son muy amplios.
La constitución de un Centro da Memoria que daría cabida, soporte y continuidad al proyecto en términos de investigación, documentación e interpretación, sería imprescindible para poder manejar procesar y sacar partido a toda la información recogida y poder ponerla a disposición de la ciudadanía y personas interesadas. Continuar la investigación después de 1940 también. Lo contrario es la ignorancia, el desconocimiento. El principal resultado de la investigación es que el relato del pasado incómodo dominante, el construido por los verdugos que consiguieron y detentaron el poder, era falso, orwelliano y kafkiano. En unas semanas se publica en PUZ un libro colectivo (somos doce autores escribiendo mancomunadamente) que también es producto de las conclusiones de nomesevoces.gal: 1936. Un nuevo relato. De ahí hacia delante queda un mundo por conocer y un océano por trabajar.