El próximo 13 de julio se cumplen 100 años de un acontecimiento que influiría de manera decisiva en la historia Europea del siglo XX: El asesinato de la familia Romanov

El trágico final de la familia Romanov es por todos conocido: ejecutados en Ekaterimburgo el 18 de julio de 1918, los últimos zares de Rusia, Nicolás y Alejandra, y sus cinco hijos -Alexei, Olga, Tatiana, María y Anastasia- fueron los últimos representantes de la autarquía rusa, una institución centenaria.

Por otra parte, las leyendas que proliferaron a lo largo del siglo XX -en las que destaca la historia de una mujer que, años después, afirmaba ser la gran duquesa Anastasia- ayudaron a alimentar su aura de misterio, así como la cercanía de la zarina a Rasputín, el llamado «monje loco». Pero lo que no es tan conocida es la afición de la familia a las películas caseras: en este vídeo podemos ver filmaciones de la vida cotifiana de los Romanov, cuya afición les llevó incluso a hacer sus propias películas caseras.

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