Sin embargo, hemos encontrado que nuestro pueblo no forma parte de los pueblos que se esfuerzann en aportar documentación a la construcción de una identidad colectiva mediante el desarrollo de procesos relacionados con la recuperación de la memoria histórica del municipio, su pasado, sus gentes, sus costumbres o tradiciones. Se diría que vive el presente ignorando el pasado. Y es que existen personas que recrean el presente y otras que viven en un pasado que se convierte en historia, y quizás se les va la vida añorando un tiempo que pasó y que no volverá. Para nosotros existen razones de peso que nos estimulan a desarrollar este proyecto de memoria colectiva porque creemos necesario conservar su memoria en el tiempo.

Tal es así que un pequeño equipo de vecinos desde hace cinco años (2017) nos sentimos obligados a sembrar la memoria de nuestros paisanos para que no crezca el olvido. En ese sentido, es interesante reconocer que no hay una única manera de llevar a cabo esta iniciativa; por el contrario, hemos evidenciado que son múltiples las formas con las que podemos motivar a nuestros vecinos para el conocimiento, la recuperación, la preservación y el desarrollo creativo de la memoria local, pero hemos optado por una: la imagen. Recuperar la memoria colectiva a través de la imagen y, como soporte, las redes sociales porque son los medios sociales en los que se mueven la mayoría de ellos, comprendidos en una franja de edad entre los 25 y los 75 años.

Es necesario mantener viva la memoria de un pueblo. Creemos que es necesario preservar del olvido aquellos momentos, fechas, lugares y recordar a las personas que generaron un impacto en el pasado, ya que entendemos es importante que Peal de Becerro conserve su memoria y con ello pueda forjar un presente fructífero donde no se cometan los errores del pasado. Nosotros tan solo exponemos estos documentales no sólo como un proceso de identidad sino para que se aprenda a no repetir patrones nocivos o dañinos.

Tal y como hemos apuntado anteriormente, concebimos este proyecto a través de la memoria audiovisual, es decir, en formato de videodocumentales, en vez de textos, lo que nos permite conectar mejor con los vecinos de Peal de Becerro, recrear en forma de cine cómo fueron ciertos eventos, quiénes fueron aquellos personajes o profesiones como carpinteros, barberos, pintores, militares o zapateros que en el ámbito de sus funciones generan información y son una fuente de riqueza para la elaboración de la memoria colectiva y marcaron una época; que fueron un hito o que, simplemente, desencadenaron hechos que afectaron al conjunto de nuestro pueblo en lo social, económico y cultural para un futuro.

Mediante esta herramienta, el cine, se conserva en la memoria la historia inherente de nuestro pueblo como “elementos intangibles del patrimonio”. Este patrimonio representa, sin duda, un valioso testimonio de su forma de vida y de la manera de ser de nuestro pueblo ya que representa la memoria colectiva, su desarrollo a través del tiempo que nuestros antepasados han dejado y que nosotros, a su vez, lo estamos haciendo para generaciones futuras.

Una primera estrategia que lidera nuestro proyecto es una propuesta a través de documentales cinematográficos de calidad. Para ello adquirimos con nuestros propios medios cámara de video ( Sony A7-S, A7SIII, Lumix GH3 y, posteriormente GH4, Sony HVR-Z7E que nos permitía movilidad al hombro y una GoPro 8 y 9 por su gran angular y versatilidad, así como equipo de sonido inhalámbrico para las cámaras que nos permitiera una suficiente definición sonora para nuestros videos, focos de luz, trípodes etc. La dirección y montaje en FCPX correrían a cargo de Ignacio Ortega y las localizaciones, documentación, investigación, entrevistas, recursos etc. son coordinados por María González Miras con el resto del equipo formado por personas voluntarias y de apoyo que suelen aparecen como ayuda a cada proceso de filmación.

Una vez terminada la fase de investigación, documentación, contacto con los posibles actores-protagonistas, ensayos y postproducción procedemos a la difusión en facebook e instagram a través de nuestro portal en la red titulado “pealenlamemoria”. En cada documental alcanzamos un abanico de reproducciones entre 3.000 y 17.000, dependiendo del interés que despierte cada película documental. Así, motivamos a la participación de la comunidad local en procesos de recuperación de la memoria de Peal de Becerro.

Paralelamente el documento audiovisual se registra en DAMA (derechos de autor) y es enviado para su catalogación y archivo al Instituto de Estudios Giennenses (IEG) de la Diputación Provincial de Jaén, que es un modo de asegurar que todos los documentales quedarán archivados para el visionado de futuras generaciones.

Una segunda estrategia planteada es lanzar “pealenlamemoria” como espacio diseñado para sacar nuestro trabajo de los muros de las redes sociales y revivir, conectar y socializar la historia local a través de una Asociación Cultural capaz de promover actividades que sirvan para fortalecer los lazos entre los vecinos de Peal de Becerro, generar confianza y sentimientos de grupo, y establecer un clima propicio para dialogar en torno a las memoria locales. Las actividades que plantearíamos en esta segunda estrategia buscarían fomentar la participación de los “pealeños” en el proceso vivo y positivo de compartir historias, recuperar archivos gráficos, fundamentalmente fotografías que aún están en formato analógico y que pueden ser digitalizadas y publicadas en en linea en la plataforma “pealenlamemoria”, así como revelar aquellas historias que tienen guardadas muchos pealeños, historias personales, tradiciones, personajes, hechos, acontecimientos, emociones que han estado probablemente escondidas y no puestas en valor, o que son desconocidas por los propios vecinos que, finalmente, terminaría por incrementar el acervo videográfico de la plataforma “pealenlamemoria”.

Consideramos que estas dos estrategias que confluyen en “pealenlamemoria” son una iniciativa fundamental para Peal de Becerro. La aceptación, la comprensión, la esperanza, la reflexión, el respeto por uno mismo y los otros, la cooperación y el trabajo en equipo facilitarían que se puedan abordar temas sensibles pero relevantes para la construcción de la memoria colectiva de nuestro pueblo.