La Biblioteca Nacional de España es, en cierta manera, una gran desconocida para muchos ciudadanos. Si no se conocen sus fondos y la labor que realiza, puede parecer que se trata de una institución algo anquilosada en el tiempo, en el que se resguarda nuestro fondo bibliográfico y que ofrece escaso interés para quienes no sean profesionales de la Documentación o investigadores. Pero esto no es así: tanto en la legislación como en los estatutos de la principal institución bibliotecaria de nuestro país se remarca la importancia no sólo de preservar, sino también dar a conocer las obras que salvaguarda como parte del patrimonio de todos los españoles, además de dar a conocer nuestra cultura en el extranjero.

Uno de los aspectos más interesantes de la Biblioteca Nacional de España es su labor como custodia de verdaderas joyas audiovisuales. Además de recopilar, mediante el Depósito Legal, las obras audiovisuales editadas en nuestro país, custodia otras audiovisuales obtenidas por diversas procedencias, que dan a conocer c19olecciones que acercan la música, la palabra y la imagen en movimiento de nuestros antepasados sin necesidad de ir físicamente allí. Y esto se ha realizado gracias a las iniciativas de digitalización de estas obras: se trata de un proceso que comenzó sistemáticamente en el año 2008, y tras años de trabajo, ha permitido que estas obras puedan estar al alcance del gran público, además de asegurar su preservación para las futuras generaciones y de evitar los daños que acarrea su uso.

Entre las colecciones más curiosas está la de los cilindros de cera: creados por Edison en el año 1877, fueron el primer instrumento que hizo posible la grabación y posterior reproducción de sonido.  En la página web de la Biblioteca Nacional de España podemos acceder a una colección digitalizada de documentos sonoros grabados en cilindros de cera, así como otros soportes sonoros. En el caso de esta entrada, hemos elegido los cilindros de cera por su antigüedad y valor histórico, pero invitamos al lector a escuchar otras maravillas sonoras como los romances judeo-españoles grabados en el año 1931 por dos alumnas de la Residencia de señoritas. En esta obra, podemos escuchar la pieza de flamenco denominada “Aires montañeses” interpretada por el cantaor Antonio Mozo “El Mochuelo”, con acompañamiento de guitarra de Manuel López. Se trata de una grabación fechada en el año 1900. Para escucharla, se debe pulsar sobre “Obra digitalizada”.

Grabaciones Sonoras de la Biblioteca Nacional: https://www.bne.es/es/colecciones/grabaciones-sonoras/aires-montaneses

Zuriñe Piña Landaburu

Zuriñe Piña Landaburu

Editor de contenidos, Archivoz Magazine

Doctora en Ciencias de la Documentación, document controller e investigadora.

Doctora en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid, donde también obtuvo el Grado en Información y Documentación y el Máster en Gestión de la Documentación, Bibliotecas y Archivos. El título de su tesis doctoral es “Ontología de la Guerra civil española”, dirigida por el Dr. Juan Antonio Martínez Comeche, que obtuvo la nota de Sobresaliente Cum Laude.  Actualmente trabaja como Document controller en la consultoría Advisian de la ingeniería australiana Worley Parsons, aunque tiene tres años de experiencia en este sector en diversos proyectos de ingeniería y dos más en el ámbito de documentación y bibliotecas.

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