Una de las historias más sorprendentes de la Segunda Guerra Mundial tiene como protagonista a un oso. Se llamaba Wojtek, que en polaco quiere decir “soldado feliz”, y fue un veterano de la célebre batalla de Montecassino. Hoy os traemos su historia y una breve grabación que se conserva de Wojtek con sus compañeros de batallón.

Tras el acuerdo entre Alemania y la Unión Soviética de 1941, miles de soldados polacos prisioneros fueron liberados en la zona de Asia Central. Tras un largo periplo por Irán, en un paso de montaña, un grupo de soldados que iba camino a Palestina se encontraron con una sorpresa: un niño hambriento que llevaba en su saco a un cachorro de oso, cuya madre había muerto a manos de unos cazadores. Cambiaron al animal por comida y el osezno fue adoptado por los soldados, que improvisaron un biberón en una botella de vodka para poder darle leche. Fue adoptado por la Compañía de Suministros de Artillería y considerado como un amigo y compañero más: bebía cerveza, caminaba erguido, se sentaba en los trayectos de jeep y participaba de la vida militar.

Cuando las tropas polacas fueron llamadas a ir a Italia, donde las fuerzas aliadas intentaban expulsar a las tropas alemanas en la zona del monasterio de Montecassino, intentaron que Wojtek fuera con ellos, pero los británicos no permitían animales en los barcos: en consecuencia, el oso fue alistado oficialmente en el Ejército Polaco, con la documentación necesaria para ello.

Wojetk tuvo una participación directa en la batalla de Montecassino abasteciendo de materiales y munición a sus compañeros. La imagen del oso trasladando al hombre un proyectil se convirtió en el emblema de la 22° Compañía de Suministros de Artillería. Gracias a la providencial participación del Ejército Polaco en esta batalla fue posible la expulsión de las tropas alemanas, y Wojtek fue recibido en Glasgow como un héroe, junto al resto de sus compañeros. Pasó el resto de su vida en un zoológico de esta ciudad, siendo visitado a menudo por los demás veteranos.

En Polonia es un personaje muy conocido y querido por la población: se conservan numerosas fotografías, tanto de su estancia en el ejército como posteriores, pero sólo se ha conservado una grabación: la del Instituto Polaco y Museo Sikorski, que es un museo y archivo especializado en la investigación de la historia polaca durante la Segunda Guerra Mundial.

Situada en Londres, es una de las instituciones de referencia no sólo para conocer mejor la historia de este país, sino como fuente de información sobre la historia de Europa en un periodo tan cambiante y crucial. Además, el Instituto Polaco y Museo Sikorski está llevando a cabo un proceso de digitalización y democratización de sus fondos, gracias al cual podemos acceder a obras audiovisuales tan curiosas como esta, donde vemos a un soldado polaco jugando con su compañero Wojtek.

Imagen de Cabezera: Soldado Polaco con Wojtek en 1942. Dominio público.

Zuriñe Piña Landaburu

Zuriñe Piña Landaburu

Editora de contenidos, Archivoz Magazine

Doctora en Ciencias de la Documentación, document controller e investigadora.

Doctora en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid, donde también obtuvo el Grado en Información y Documentación y el Máster en Gestión de la Documentación, Bibliotecas y Archivos. El título de su tesis doctoral es “Ontología de la Guerra civil española”, dirigida por el Dr. Juan Antonio Martínez Comeche, que obtuvo la nota de Sobresaliente Cum Laude.  Actualmente trabaja como Document controller en la consultoría Advisian de la ingeniería australiana Worley Parsons, aunque tiene tres años de experiencia en este sector en diversos proyectos de ingeniería y dos más en el ámbito de documentación y bibliotecas.

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