En Archivoz nos interesa mostrar la gran riqueza y diversidad existente en los fondos de documentación histórica. Hoy hemos querido acercarnos a la complejidad específica de la gestión de fondos y servicios documentales de las instituciones culturales locales. Queremos saber qué afectos mueven a sus profesionales, cuáles son sus problemas y cómo afrontan los retos del presente: los cambios en la sociedad, la digitalización y la gestión documental automatizada.

Fernando Rivera es el responsable de la Biblioteca – Hemeroteca «Ángeles Alvariño» del Ateneo Ferrolán, una entidad cultural fundada en 1879 y que desde entonces mantiene vigente su compromiso con la cultura en la ciudad de Ferrol (A Coruña). Su testimonio nos introduce de manera ejemplar en la realidad actual de este tipo de entidades.

(Archivoz) ¿Cómo llegaste a esta profesión? ¿Qué te motiva en el día a día?

(Fernando Rivera) Creo que, como la inmensa mayoría de las personas que nos dedicamos al mundo de las bibliotecas, archivos, museos o centros de documentación, llegué a esto por vocación.

Soy titulado de la segunda promoción de Biblioteconomía y Documentación de la Universidade da Coruña. Desde 1999 he trabajado en bibliotecas universitarias, empresas de documentación o centros tecnológicos desempeñando todo tipo de funciones, desde catalogar publicaciones a impartir teleformación sobre gestores documentales o desarrollar proyectos de innovación; creo que esto dice mucho acerca del carácter de nuestra profesión. Desde 2009 soy el bibliotecario del Ateneo Ferrolán, una institución de tradición centenaria en la ciudad de Ferrol, abierta a todo tipo de colectivos y manifestaciones artísticas, culturales y sociales.

En el día a día resulta gratificante –en lo profesional y en lo personal– comprobar cómo es posible despertar en personas de todas las edades el interés y la ilusión por el descubrimiento que nace del estudio de objetos aparentemente inanimados como son los libros; o cómo, desde los ejemplares periódicos de nuestra Hemeroteca, surgen historias que llevan decenas de años aguardando a que alguien conecte la información que contienen para transformarlas en algo útil y bello para la vida diaria de las personas, aquí y ahora en pleno siglo XXI.

(Archivoz) El centro que diriges se define como Biblioteca-hemeroteca y ofrece algunas características singulares ¿Qué distingue vuestras colecciones?

(FR) Nuestras colecciones son el reflejo del devenir histórico del Ateneo Ferrolán como entidad, y de la ciudad en general. Gonzalo Torrente Ballester decía sobre su ciudad natal que es “una ciudad lógica enclavada en una tierra mágica”. Ferrol fue creada a mediados del siglo XVIII prácticamente desde la nada para erigir los Reales Arsenales de la Armada siguiendo los ideales de racionalidad de la Ilustración. Esta ingente realización atrajo a miles de personas, llegando a ser la primera ciudad de Galicia en número de habitantes en el último tercio del XVIII.

Desde entonces hasta hoy la ciudad está sujeta y acusa especialmente las vicisitudes históricas de Galicia y España, por su fuerte dependencia de las políticas estatales con sus núcleos de decisión a cientos de kilómetros, acentuando los efectos de las cíclicas crisis sociales y económicas. En el seno de la sociedad local, altamente estamental, crecieron los ideales conservadores y liberales; y también el movimiento obrero, ya que Ferrol era una isla industrial en una Galicia que fue prácticamente ajena a la revolución de las máquinas.

Biblioteca - Hemeroteca (X. Porto)

Biblioteca – Hemeroteca (X. Porto)

En este contexto, y a partir de la segunda mitad del siglo XIX se desarrollaron de forma febril las primeras manifestaciones del periodismo impreso. La ciudad fue cuna de numerosas cabeceras, muchas de ellas de carácter efímero apenas superaron el primer número, otras aún perviven, aunque le fueran amputadas a la ciudad, como el diario El Correo Gallego. Esta cabecera, nacida en Ferrol fue trasladada a Santiago de Compostela en plena guerra civil. Todas estas cabeceras son como instantáneas mecanoscritas de la historia, fiel reflejo de un momento de la ciudad. En la Hemeroteca del Ateneo conservamos ejemplares de gran interés –muchos de ellos únicos– de la prensa local de los siglos XIX y XX.

Por otra parte, la colección de la biblioteca está orientada hacia los estudios de carácter local. Queremos ser muy selectivos con esta colección sobre, temas ferrolanos y gallegos, que en la actualidad crece gracias a donaciones públicas y privadas que son siempre muy bienvenidas. Como muestra de la importancia de este tipo de colecciones, este año por ejemplo tenemos dos celebraciones protagonizadas por personajes históricos ferrolanos que trascienden el interés local, como son la conmemoración del 200 aniversario del nacimiento de Concepción Arenal, o la celebración del Día das Letras Galegas en homenaje a la figura de Ricardo Carvalho Calero.

(Archivoz) ¿Crees que la ciudadanía conoce y valora esos fondos de manera suficiente?

Creo que los usuarios que están más familiarizados con la utilización de recursos documentales, como investigadores y profesores, historiadores o estudiantes; conocen y aprecian la importancia de nuestro fondo documental, y valoran enormemente el trabajo que hacemos por preservarlo y ponerlo a su disposición.

Pero reconozco que existe –más que desconocimiento– lo que yo denomino un cierto conocimiento difuso por parte de la ciudadanía en general en torno a los servicios que ofrecemos. Creo que esto es algo común en menor o mayor medida a todas las instituciones de nuestro entorno profesional. Por eso pienso firmemente que buena parte de nuestra tarea consiste precisamente en actuar a través de todos los vehículos de difusión posibles (boletines, web, redes sociales, organización y participación en jornadas, o en entrevistas como esta misma que agradezco a Archivoz) para captar el interés y vencer la resistencia o los miedos, a veces alimentados por prejuicios o imágenes estereotipadas, para que muchas más personas se animen a entrar en la biblioteca y hagan uso de sus servicios.

Son estos casos los especialmente motivadores y enriquecedores profesionalmente, pues la tarea del bibliotecario es más compleja y rica, al pasar a ser un prescriptor de información, y en ocasiones, un formador o guía en el autoaprendizaje de esas competencias informacionales por parte del ciudadano. Lo cierto es que, una vez superada esa barrera de desconocimiento, la valoración del servicio es muy positiva por parte de los usuarios, sobre todo porque pueden comprobar de primera mano la utilidad del servicio al ver satisfecha su demanda de información; o en su caso, al ser referenciados hacia otros recursos o servicios que pueden resolver su problema. Es en este punto último donde los profesionales de los distintos servicios de información nos configuramos como una red de apoyo mutuo: aunque sea de forma invisible e intangible, ¡estamos ahí!

Una de mis tareas fundamentales es asegurarme –utilizando en ocasiones algo de pedagogía profesional– de que los cargos directivos de la entidad sean los primeros interesados en reconocerla y valorarla. En este sentido tengo que decir que me he sentido respaldado por las sucesivas juntas directivas que han pasado por el Ateneo a lo largo de estos ya más de 10 años. Por la naturaleza cultural del Ateneo, las personas que ocupan puestos de responsabilidad suelen mostrar sensibilidad y empatía hacia el servicio de biblioteca-hemeroteca. Esto es una importante ventaja, sobre todo cuando hay que confrontar y hacer ver el porqué de determinadas decisiones tomadas en virtud del criterio profesional del bibliotecario.

Tener el respaldo de la Junta directiva es la palanca que nos proyecta también hacia el exterior. Como bibliotecario, también debo prestar apoyo técnico –en los ámbitos de mi responsabilidad profesional– a la directiva del Ateneo, así como en su relación institucional con otras entidades e instituciones públicas que gestionan los recursos y derechos a los que podemos acogernos.

Espacios de trabajo (X.Porto)

Espacios de trabajo (X.Porto)

(Archivoz) Hace tiempo que la Hemeroteca emprendió el proceso de digitalización ¿Qué particularidades habéis encontrado al digitalizar un fondo como este?

(FR) Me gustaría hacer dos consideraciones como punto de partida: la primera es que la digitalización no supone un ahorro de espacio o costes de conservación de la colección. El documento objeto de la digitalización debe ser conservado igualmente y para su consulta física debemos mantener los mismos recursos existentes. El disponer de una copia digital maestra, para cuya obtención en ocasiones deterioramos aunque sea mínimamente el documento durante su manipulación, no sustituye la consulta, ya que para la investigación, hay muchos aspectos de la caracterización del documento que solo son apreciables mediante el acceso físico al mismo.

La segunda consideración es que la digitalización no simplifica la gestión de la colección. Sin duda facilita la difusión del contenido intelectual de los documentos y con efecto multiplicador; pero esto añade complejidad al tener que dedicar más recursos y más específicos, a la gestión y el mantenimiento de la colección digital.

Esto que comento de entrada, y que puede resultar obvio en el desarrollo de nuestra práctica profesional, es sin embargo uno de los principales malentendidos que hay que deshacer a la hora de abordar y defender un proyecto de digitalización ante personas que no tienen perfil técnico. Para comprobarlo basta con consultar la hemeroteca reciente: cuando alguna entidad o institución pública se embarca en talleres de empleo o iniciativas para digitalizar patrimonio documental, suelen ser éstas, el ahorro de espacio y de costes, las que se aluden como las principales ventajas que se esperan alcanzar.

Hecho este inciso, en el Ateneo hemos desarrollado un proyecto para recuperar, digitalizar y poner en valor la mayor parte de nuestro fondo de prensa local histórica. Para ello contamos con el inestimable apoyo económico de la Fundación Barrié. Se trata de ejemplares de prensa, en muchos casos únicos y de gran valor histórico y social. Son principalmente cabeceras de prensa editadas en Ferrol a finales del siglo XIX o comienzos del XX. Nuestra colección digital se nutre de la copias digitales procedentes de este proyecto, disponibles para consulta; así como colecciones digitales externas recibidas por varias vías como la donación o adquisicion de colecciones de prensa histórica en CD-ROM, etc.

Uno de nuestros objetivos a corto plazo es proceder a la digitalización de la colección completa de los diarios Ferrol Diario y El Norte. Ésta es una necesidad muy demandada por parte de los usuarios, casi podría decir que es ansiada, por cuanto abarca un periodo de nuestra historia reciente, en las postrimerías del franquismo y la transición democrática, que es un campo muy abierto para la investigación. Por otra parte, con los medios de digitalización de los que disponemos en la biblioteca-hemeroteca, puntualmente se digitalizan determinados documentos de interés o a demanda, pasando a formar parte de la colección digital.

En cuanto a particularidades, en la digitalización de prensa el punto más crítico es el postprocesado OCR (reconocimiento óptico de caracteres), en muchos casos la calidad de la impresión no es buena, o el estado de conservación del original que llegó hasta hoy no está en las mejores condiciones, la conversión de la imagen digital en caracteres legibles exige muchas horas de dedicación para la corrección de errores.

(Archivoz) ¿Existe algún plan de difusión para estos fondos através de Internet?

El fin último de la digitalización es la consulta del contenido de la colección de prensa histórica a través de internet. Es un proceso que ya iniciamos en su momento con sucesivos gestores de contenidos que no se adecuaban a nuestras necesidades y que continuamente estamos repensando. En este punto creo que es importante compartir el aprendizaje que obtuvimos: hay que dedicar más tiempo a la fase de análisis, subordinando a ella la implantación de soluciones de software que en principio parecen muy atractivas y asequibles, pero que en la práctica consumen un tiempo y unos recursos técnicos muy por encima de las ventajas que puedan presentar a priori.

Actualmente estamos trabajando con colaboradores en el diseño de un sistema de gestión portable basado en elementos preprocesados, que eliminan la dependencia de tecnologías de servidor y recursos informáticos. Creo que vamos por buen camino y en los próximos meses podremos ofrecer buenas noticias. El siguiente punto en nuestra hoja de ruta digital pasa por el desarrollo de una API y la colaboración con otras redes como Galiciana y Europeana.

(Archivoz) El mundo de los archivos y la gestión documental siempre ha estado muy presente en las Xornadas de Documentación que organiza el Ateneo Ferrolán. ¿Qué os animó para iniciar estos eventos especializados en vuestra ciudad? ¿Cómo valoras hoy la experiencia?.

Las Xornadas DOC se vienen celebrando desde 2013. Aquella primera edición nació de la inquietud por dar visibilidad y comunicar a la sociedad la importancia del trabajo que se realiza desde archivos, bibliotecas, museos, centros de documentación. Creímos que ningún sitio mejor que un ateneo para dar cabida al debate y la opinión desde diferentes enfoques y puntos de vista. Buscamos un formato que diera pie a la interacción profesional desde campos de aplicación distintos, y también que suscitara el interés por conocer lo que ofrecen los servicios de información a la ciudadanía en general.

La experiencia de aquella jornada, dedicada a las bibliotecas y archivos especializados en información local, fue muy positiva y tuvo buena acogida entre la comunidad, la universidad, y a nivel institucional. El resultado de todas las ediciones ha sido sumamente enriquecedor y generador de contactos e intercambio de experiencias, una retroalimentación en la que todos ganamos. Quiero agradecer muy especialmente la colaboración desinteresada de los profesionales que participan en las Xornadas, así como la colaboración recabada de instituciones como la Universidade da Coruña o el Concello de Ferrol, entre otras.

Desde 2013 hemos abordado muchos otros temas: experiencias en la creación de archivos y centros de documentación basados en la aportación y colaboración colectiva; la contribución social de los servicios documentales de las bibliotecas especializadas en los ámbitos universitario, militar, penitenciario o eclesial, acercando a la ciudadanía estas realidades; la gestión documental en los medios de comunicación y los retos que suponen la revolución tecnológica y las redes sociales. Los contenidos de las ponencias están disponibles en audio a través del micrositio de las jornadas o en Internet Archive. El próximo mes de mayo celebraremos las quintas Xornadas DOC, dedicadas a las bibliotecas escolares como formadoras y educadoras, a las que desde aquí quiero invitar a los lectores de Archivoz.

(Archivoz) El Ateneo Ferrolán es una entidad cultural que ha resistido desde 1879 los avatares de la historia y lo ha hecho manteniendo su vocación de servicio a la comunidad. ¿Cómo enfrenta su futuro el centro que diriges?
Xoán Porto

Edificio del Ateneo Ferrolán (X. Porto)

(FR) El Ateneo tiene una azarosa vida, a lo largo de más de 140 años, con distintas épocas en las que agonizaba y resurgía sobre sus cenizas. Su penúltima etapa se cortó abrúptamente con el golpe de estado que lideró el general Franco. La violenta represión que siguió al levantamiento militar alcanzó en nuestra ciudad unas cotas de brutalidad estremecedoras.

Tras la “longa noite de pedra”, con el regreso de las ansias de libertad y democracia, la sociedad ferrolana de los años 1970 reavivó el fuego que habían alentado generaciones pasadas. Bajo ese espíritu, en 1983 se creó el servicio de hemeroteca. Desde 1996 la biblioteca quedó integrada en la red de bibliotecas de Galicia, y en 2008 la Xunta de Galicia le otorgó la consideración de biblioteca de titularidad privada de especial interés para Galicia, por la importancia de sus fondos hemerográficos.

El lema del Ateneo Ferrolán es “Un lugar para la cultura”, como profesional me siento muy honrado y es a la vez una gran responsabilidad representar, desde mi ámbito, a una entidad que fue y es modelo. Me gustaría aprovechar la ocasión para agradecer a todas las personas, socios y socias del Ateneo, que contribuyen y se esfuerzan en mantener abierto este faro de la cultura, porque en los tiempos que corren es algo casi heroico.

En cuanto al futuro de la biblioteca-hemeroteca, me gusta ver las cosas siempre con optimismo, pero sin perder de vista el horizonte. En este sentido, una de las cuestiones acuciantes es resolver el asunto del traslado de los fondos bibliográficos que permanecen fuera de la entidad, a raíz de la problemática surgida durante el desarrollo de las obras de rehabilitación de la sede del Ateneo, un edificio histórico del siglo XVIII, legado por el benefactor Pedro Carvajal al Ayuntamiento de Ferrol.

Además del problema sobrevenido con los fondos, la obra municipal pretendía acabar con muchos de los problemas históricos de la biblioteca, ubicada en la tercera planta y bautizada con el nombre de la insigne oceanógrafa ferrolana Ángeles Alvariño. Desgraciadamente y a día de hoy, aunque buena parte de las problemáticas como las copiosas goteras se fueron solventando con la nueva cubierta, y se mejoró el espacio útil para depósito de fondos, dotándose también de un acceso adaptado con ascensor, imprescindible para prestar el servicio de forma adecuada; el proyecto arquitectónico también provocó nuevos problemas, como el diseño de superficies desniveladas, disfuncionales para su utilización; y dejó sin solventar o agravó otros, como el diseño de la iluminación natural y artificial de los espacios o el control de las condiciones ambientales en las salas. Creo que, en algún momento, bibliotecarios y arquitectos deberíamos sentarnos a hablar (risas).

(Archivoz) ¿Cuáles consideras que son los retos del presente para los profesionales de la documentación en este tipo de entidades culturales?

Creo que los retos para el profesional en un centro como este no son muy distintos a los que afronta la profesión en general: presupuestos muy ajustados por la coyuntura económica general que obligan al profesional a multiplicarse; desde la utilización y captación de recursos materiales, hasta el desarrollo de todo tipo de tareas que exigen la aplicación de conocimientos de distintas disciplinas (mantenimiento de sistemas informáticos, comunicación pública, colaboración con la acción cultural de la entidad, atención al público, organización de exposiciones, jornadas, edición de publicaciones, difusión de actividades…) y todo ello en un horario exiguo.

En resumen, trabajar en un centro con una personalidad cultural tan acusada como el Ateneo Ferrolán trasciende lo laboral y la implicación personal es inevitable. Podría resumirlo en que la tarea es tan agotadora como enriquecedora.

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