La iglesia de Santa María de Aguilafuerte (Segovia) acoge, hasta el 5 de noviembre, la exposición “El Sinodal de Aguilafuente y la Primera Imprenta Española”. Esta iniciativa, organizada en el contexto del proyecto “Fundación Las Edades del Hombre”, está dedicada al primer libro que se imprimió en nuestro país: el Sinodal de Aguilafuente. En ella, podemos conocer a personajes tan interesantes como el impresor Juan Parix, el obispo Arias Dávila y los primeros incunables, así como los orígenes de la imprenta en España. Esta exposición acoge tanto objetos como obras de arte que ayudan a acercarnos a la época y contexto de la primera imprenta española.
Fermín de los Reyes, profesor de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, y comisario de la exposición y reconocido experto en el ámbito del libro antiguo, imprenta y patrimonio bibliográfico, nos ha concedido una entrevista para conocer mejor esta iniciativa.
(Archivoz) En primer lugar, enhorabuena por el éxito de esta iniciativa. Hemos podido ver que el afluente de visitas ha sido constante y que ha ayudado a visibilizar la primera imprenta española, desconocida para el gran público. ¿Cuál fue el origen de la idea de organizar esta exposición?
(Fermín de los Reyes) Muchas gracias, la exposición está siendo un éxito y estamos satisfechos. En Aguilafuente venimos conmemorando la introducción de la imprenta desde 2003, pero este año, con la exposición de Las Edades del Hombre en la cercana Cuéllar, que partía de unas bulas de indulgencias halladas allí, parecía adecuado mostrar la importancia de la imprenta como complemento.
(Archivoz) ¿Qué recepción habéis tenido por parte de las instituciones públicas?
(FR) En primer lugar, el Ayuntamiento de Aguilafuente se puso a la cabeza de la organización de la exposición, que ha sido apoyada por la Fundación Las Edades del Hombre, la Diputación de Segovia, la Facultad de Documentación de la Universidad Complutense y la Fundación Villalar, entre otras instituciones. Aparte está la propia Parroquia de Aguilafuente, dado que la exposición está en la iglesia de Santa María, la Imprenta Rabalán y, por supuesto, los prestamistas de las piezas: Biblioteca Histórica “Marqués de Valdecilla”, de la Universidad Complutense, Fundación Condes de Puñonrostro, Museo de Segovia, Catedral de Segovia, Obispado, Diputación, Fundación Rodera Robles, Jon Zabala y el pintor Rafael de Miguel.
(Archivoz) ¿Qué piezas de la exposición te parecen más destacables?
(FR) Por supuesto, las tres ediciones de Juan Párix, datadas entre 1473 y 1475 o 1476, que son el centro de la exposición: así, por ejemplo, el Modus confitendi, de Andrés de Escobar, cuyo único ejemplar conocido en el mundo tenemos expuesto. También la Bula de Borja, de 1473, con el único ejemplar conocido en el mundo para vivos. Por variar de piezas, tenemos una arqueta relicario donada por los Reyes Católicos al Monasterio de Santa Cruz la Real de Segovia, o unas tablas del siglo xv. Como pieza contemporánea, el cuadro “Primera prueba del Sinodal de Aguilafuente”, elaborado por el artista Rafael de Miguel expresamente para la exposición, en que se ve al impresor Juan Párix mostrando al obispo Arias Dávila el primer pliego del Sinodal junto a una imprenta primitiva. Es también una pieza única, pues no hay en España ninguna así.
(Archivoz) De cara al futuro, ¿habéis pensado en organizar alguna otra actividad relacionada con “El Sinodal de Aguilafuente y la primera imprenta española”? Por ejemplo, exposiciones similares en otros lugares o actividades de divulgación.
(FR) Sí, como el resto de años, tendremos el primer fin de semana de agosto dedicado al Sinodal, que congrega a miles de personas, pero lo ideal sería tener una exposición permanente sobre la imprenta, a la que ir añadiendo piezas poco a poco. Estamos trabajando en ello, además de en otras exposiciones temporales, aunque más modestas, para divulgar distintos aspectos de nuestra historia del libro.
(Archivoz) A la hora de organizar la exposición, ¿a qué retos os habéis tenido que enfrentar?
(FR) Una exposición de este calado requiere de una gran financiación y, sobre todo, se hace con piezas importantes. La obtención de financiación ha sido un reto, pero las instituciones han respondido bien. Otra cuestión ha sido la solicitud de piezas, todas de gran valor, que en algún caso no nos han dejado, por lo que hemos ido buscando alternativas hasta conseguir un número suficiente como para que tenga entidad; afortunadamente, tenemos unas piezas extraordinarias. Finalmente, como en todo, el montaje es siempre delicado tanto por la llegada de las piezas como por rematar hasta el último detalle, y hay muchos.
(Archivoz) Para terminar, ¿podrías compartir con nuestros lectores alguna anécdota curiosa relacionada con la exposición?
(FR) Hay varias curiosas, una de ellas relacionadas con mis alumnos de la Facultad, que al ir y ver que el Juan Párix del cuadro de Rafael de Miguel se parecía mucho a mí (en efecto fui uno de los modelos) se hacían fotografías con el móvil y se reían. Se suele repetir la sonrisa y una mirada hacia mí en ese punto de la exposición, algunos se atreven a decirlo, otros no. Otra, la llegada de gente de lugares tan lejanos como Canadá o Chile para ver la exposición. También hemos tenido grupos de la ONCE a los que hemos tenido que ir guiando y aportando materiales para que pudieran tocar algunos objetos de los que hablábamos.
(Archivoz) Muchas gracias por tu colaboración. Te deseamos todo el éxito posible tanto en esta iniciativa como en las que están por venir.