Entrevistamos a María del Olmo Ibáñez, directora del Archivo Histórico Provincial de Alicante (AHPA) y doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de Alicante. María es además autora de numerosas publicaciones en libros y revistas científicas en los campos de la Filosofía y la Archivística, lo que la ha llevado a ser galardonada con el VIII Premio de Ensayo Pablo de Olavide “El Espíritu de la Ilustración” (Universidad Pablo de Olavide, Sevilla). En la siguiente entrevista nos cuenta su visión sobre los archivos históricos, y más concretamente, nos explica los fondos del AHPA, las principales líneas de trabajo de la institución y los retos futuros.

Bienvenida María, y gracias por tu tiempo para esta entrevista.

(Archivoz). Antes de profundizar en tu labor como directora del AHPA, nos gustaría conocer un poco más sobre tu trayectoria profesional. ¿Cómo llegaste al mundo de los archivos y cuál ha sido tu experiencia en este campo?

(MDO) Hola. Soy licenciada en Historia, durante la carrera formé parte de un trabajo de investigación promovido por el Departamento de Historia Moderna de mi universidad, que tenía por objetivo el vaciado de los protocolos notariales correspondientes al periodo de 1700/1750, del Archivo Histórico Provincial de Alicante. Esa experiencia me hizo comprender de verdad y sentir por primera vez, que la historia no eran libros escritos por alguien, que entre las líneas había seres humanos que habitaban para siempre en los documentos. A partir de entonces me sedujeron los archivos. Al acabar la carrera empecé a orientar mi destino en ese horizonte con la obtención de diversas becas en ese campo.

(Archivoz). Nos gustaría que nos transmitieras tu opinión sobre cuál crees que es el papel que desempeña un archivo histórico en la sociedad.

(MDO) Un archivo histórico es la casa de la memoria colectiva de la sociedad, en primer lugar. Ese es su papel como custodio de los documentos que testimonian nuestra historia. En segundo lugar, sigue siendo garante de derechos porque guarda documentos que todavía tienen valor probatorio, jurídico, etc. Y en tercer lugar, debería ser un centro cultural activo que contribuya a la difusión de la cultura, pero también a crear cultura como agente social con mucha potencialidad en ese sentido: exposiciones, didáctica, actividades culturales diversas: presentaciones de libros, recitales de poesía, cesión de sus dependencias para actos culturales de la sociedad, etc.

[bctt tweet=»Un archivo histórico es la casa de la memoria colectiva de la sociedad.»]

(Archivoz). El AHPA, como archivo histórico provincial alberga una gran cantidad de documentación, pública y privada, ¿cuál destacarías?

(MDO) Desde el punto de vista histórico los protocolos notariales nos han acompañado casi desde el comienzo de nuestra existencia. La ley del notariado de 1931 nos adjudicó su custodia. La riqueza de los protocolos notariales es inmensa para la investigación en áreas tan distintas como la economía, la sociología o el folclore. Ellos recogen la vida social de la gente corriente en todos los ámbitos. La gente corriente es la que teje la historia. Se escrituran las compras y ventas, las dotes, los testamentos, la constitución de sociedades, etc. Sin embargo, son también muy importantes los fondos contemporáneos más recientes que tienen que ver con la memoria histórica. Entre ellos destacan el fondo de la Dirección Provincial de Instituciones Penitenciarias o el Gobierno Civil. Ambos narran y testimonian toda la represión del franquismo, y contribuyen al derecho a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas.

 

(Archivoz). Siempre se ha pensado que los archivos históricos tienen un público muy claro como son los investigadores, ¿sería eso cierto aplicado al AHPA?

(MDO) Cada vez es menos así. Los investigadores forman quizás ya el grupo más minoritario del público de los archivos históricos. En primer lugar está el público en general que participa de las actividades culturales que organizamos: exposiciones, recitales, etc., como ya he señalado. En segundo lugar, en nuestro caso, están los estudiantes ya que tenemos un programa de aula didáctica muy activo y nos visitan cerca de 20.000 alumnos de las diversas etapas al año. Y en tercer lugar están los ciudadanos que necesitan nuestros documentos para su vida ordinaria, por ejemplo, con el fondo del Catastro. Detrás los investigadores tradicionales.

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(Archivoz). Además de la atención al ciudadano, descripción e informatización archivística, digitalización y el resto de tareas que desarrolláis en el archivo, también realizáis periódicamente exposiciones, ¿qué temáticas abarcáis y con qué finalidad?

(MDO) El criterio de las exposiciones ha querido ser siempre escuchar el latido de la calle, buscar la sintonía con los intereses de la gente. En ese sentido hemos conmemorado hitos de la historia reciente que cobraron interés para el público como la Transición, la Guerra Civil o el aniversario de Miguel Hernández. Ante la sensibilidad por el tema del feminismo y la violencia de género hemos hecho dos exposiciones sobre la mujer. Otras se han orientado a documentar nuestras fiestas y tradiciones como las Hogueras o la Semana Santa. Y también hemos difundido la recepción de fondos de instituciones importantes para la ciudad como el fondo des Instituto de Segunda Enseñanza Jorge Juan, por el que pasaron casi todos los alicantinos desde finales del siglo XIX. Para ello realizamos una exposición sobre la historia de la enseñanza en la provincia.

 

(Archivoz). En tu artículo Los archivos históricos en el siglo XXI: ¿Hacia una redefinición? explicas que actualmente es una realidad la existencia en un mismo archivo de dos espacios: el físico y el virtual, y que el segundo es ya tan real como el primero. Sin lugar a dudas, la presencia en redes del AHPA es constante y toda actividad in situ se ve reflejada en las redes virtuales: Facebook, Twitter, Instagram e incluso un canal de YouTube. ¿Cómo surgió esta idea (casi necesidad), y cuál está siendo su repercusión?

(MDO) La verdad es que la repercusión de nuestra exposición sobre la Guerra Civil en Alicante en 2016 fue la que nos movió a adentrarnos en el mundo de las redes sociales, que inauguramos con nuestro Facebook. La respuesta de la gente fue inmediata y ha ido creciendo exponencialmente. En las redes le hemos querido dar el protagonismo precisamente a la gente publicando cada visita o cada acto que se ha realizado en el centro. Después fue el canal de YouTube, para concentrar en él el material de los que hemos llamado “Archivo Vivo”, entrevistas a personas testigos del tema de las exposiciones, y también para guardar los audiovisuales de las exposiciones, para preservarlas así venciendo su condición efímera. Después vinieron Twitter e Instagram. El mundo de hoy tiene esas dos realidades y los archivos, como parte de la sociedad, deben estar en ambas. La interactuación con nuestros usuarios es infinitamente mayor con ellas.

 

(Archivoz). Ya para finalizar, ¿qué nuevos horizontes os planteáis en el AHPA a corto-medio plazo?

(MDO) Después de la descripción de fondos y difusión de fuentes, seguiremos con nuestras líneas de trabajo fundamentales: exposiciones y didáctica, nos caracterizan. Puedo contar que la nueva exposición en la que estamos trabajando, en colaboración con la Universidad de Alicante, se titula “Valencianos en guerra (1808/1814). Va a ser novedosa porque la “historia pública” estará muy presente en ella.

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