Los programas de mano eran unos “panfletos” en papel destinados a publicitar las películas que se iban a estrenar o que estaban en cartelera. Tenían un uso efímero, elaborados en un soporte endeble (papel de baja calidad), no estaban destinados a durar. Aunque, a día de hoy, se pueden considerar como legados de un tiempo pasado y son poseedores de un gran valor artístico.
Los programas se hacían por parte de las empresas productoras, distribuidoras o propietarias de las salas de proyección. Encontramos como la misma película cuenta con diferentes programas, a veces debido a reposiciones que se hacen posteriormente de la película y para el que se crea su propio programa de mano. Principalmente, la producción de los mismos se enmarcó entre los años 20 y 60 del siglo XX. Era el reclamo publicitario que se repartía en las taquillas de los cines y que con el tiempo se han convertido en objeto de colección.
Normalmente abunda más el formato rectangular de una hoja con unas dimensiones en torno a 13,5 x 8,5 cm. en cuya portada aparecen los carteles de las películas. Pero, entre tal cantidad de programas, están también los denominados “troquelados”, en donde encontramos que la forma del programa guarda una estrecha relación con la historia de la película y cuentan con una mayor libertad creativa. Resultan muy atractivos también debido a lo escasos y particulares que son.
Los programas troquelados son diseños más creativos con curiosas y únicas formas, en muchos casos son formas únicas que confieren de gran valor al programa por lo singular que es, pero también hay algunas formas que observamos que se repiten con cierta frecuencia, pudiendo hablar de tipologías, por ejemplo, podemos citar algunas como las formas de libro, pistola, corazón o avión. Pero hay algunas otras como los bustos, siluetas de los personajes principales, animales (abundan los elefantes), zapatos, sombreros, emulando billetes o tickets de tren, etc.

“Olimpia” (Jacques Feyder. EE.UU., 1930); “Secretos” (EE.UU., 1924) 20,5 x 13,3 cm.; “Bouclette” (Francia, 1918) 1,8 x 10,7 cm.; “Por un solo desliz” (EE.UU., 1933) 19,7 x 14,6 cm.; “Los cuatro robinsones” (España, 1939); “Mamá” (EE.UU., 1931) 25 x 17,4 cm.
Dentro del formato libro, encontramos que hay dos modelos diferentes. Por un lado, están aquellos que emulan a los libros en forma y portada. Y, por otro lado, aquellos programas en cuya portada presentan imágenes de la película como una suerte de cartel con forma de libro. En algunos encontramos diferentes escenas de las películas que conforman un colage y que son muy habituales en los programas de mano.
En la mayoría de los casos estos largometrajes son adaptaciones de obras literarias como “Los cuatro robinsones” (1939), Por un solo desliz” (1933), “Secretos” (1924), “Mamá” (1931) y “El capitán Blood” (1924).

“No quiero, no quiero” (España, 1939); “Cuando volvamos a amarnos” (EE.UU., 1936) 20,3 x 16,2 cm.; “Plaga mortal” (EE.UU., 1936) 15 x 10,25 cm.; “El capital Blood” (EE.UU., 1924); “Magnolia” (EE.UU., 1936) 14,3 x 8,7 cm.
Otra de las formas que más habitualmente encontramos son las armas, principalmente pistolas y revólveres, aunque también hay hachas, escopetas, cuchillos, etc. según la temática de la película. Los revólveres aparecen relacionados con películas de género western, mientras que las pistolas se emplean en películas de cine negro.

“La justicia del Coyote” (México, 1956) 17,7 x 9,8 cm.; “El hombre de la diligencia” (España, 1964) 23 x 9,50 cm.; “Colt 45” (EE.UU., 1950)

“Brigada criminal” (España, 1950) 17,8 x 12,1 cm.; “Dillinger, el enemigo público nº 1” (EE.UU., 1945)
Dentro de los troquelados hay encontramos vehículos como aviones, automóviles, autobuses, barcos… Formas bastante atractivas y llamativas, en cuyo reverso se nos informa sobre la película y los protagonistas de la misma. Los más habituales serían barcos y aviones.

Parte superior: anverso y reverso de “Escuadrilla” (España, 1941) 16 x 16 cm.; Parte inferior: anverso y reverso “Alas de juventud” (España, 1949)

“El amado bárbaro” (1924); “Es hora de amarnos” (1933) 13,1 x 12,2cm.; “Ámame esta noche” (EE.UU., 1932) 17,8 x 9,5 cm.; “Una semana de felicidad” (España, 1934)
La forma de corazón se repite con cierta frecuencia relacionada con los filmes de género romántico. De un simple vistazo permite a los espectadores reconocer la temática de la película y que se encontrarán una vez vayan a verla.
Dentro del panorama general de los programas de mano del cine, un porcentaje mínimo corresponde a los troquelados. Y precisamente debido a su escasez y particularidad, se revisten de un mayor interés. Aquí hay una pequeña muestra de aquellos que encontramos con formas que se van repitiendo a lo largo del tiempo, probablemente debido a que han funcionado con anterioridad llamando la atención de los espectadores, formas reconocidas para determinados géneros cinematográfico.
Imagen de portada: Programas de teatro de Inca (Colección Ca´n Borges).jpg
Todas las imágenes que se observan en el artículo se han obtenido de la página web «Prospectos de cine de Paco Moncho», quien amablemente nos ha permitido emplearlas para este artículo
Autor:

Diana Ramos
Editora de contenido
Licenciada en Historia, Graduada en Historia del Arte y Máster en Gestión Documental, Bibliotecas y Archivos.
Formación como facultativa de bibliotecas, con alto desempeño en gestión documental. Y experiencia en diferentes centros nacionales e internacionales.
Desde 2017 trabaja como responsable de la Biblioteca de la Fundación AISGE.
¡Muchas gracias Paco! Tu ayuda ha sido invaluable para poder escribir el artículo y te estoy muy agradecida. Tendré muy en cuenta las líneas de investigación que comentas, es un campo tan rico y con tantas posibilidades. Me alegra que te haya gustado el artículo. ¡Un fuerte abrazo!
Hola, Diana:
Enhorabuena por tu artículo. Me encantan que se hable de los programas de mano, de los cuales soy coleccionista. Has abierto una temática poco conocida por los jóvenes y que creo deberías continuar. Hay muchos más temas en los que puedes profundizar y por tanto sacar nuevos artículos. Por ejemplo…
Los programas penitenciarios, los que se hacían en las cárceles, por presos, para ganarse unas pesetillas. De ellos tengo muchos.
Los programas cubanos.
Los programas de la censura.
Los programas con curiosidades escritas en el reverso.
Los tickets films de los años 1910-1920, etc.etc.