La evolución de los soportes de audio ha tenido un notable y rápido desarrollo desde sus inicios. Algunos de estos soportes, como los cilindros de cera, eran de tipo mecánico: se trataba literalmente de una grabación sobre la superficie exterior que se reproducía mediante un fonógrafo mecánico. Esta técnica nos permite escuchar sonidos de la década de 1880, siendo un sistema que caería en desuso con la entrada de los discos de gramófono en el mercado.

Sin embargo, una de las mayores revoluciones de esta tecnología ocurrió en la efeméride que celebramos hoy: el 25 de febrero de 1925. Es una fecha notable porque se realizó la primera grabación eléctrica de la que tenemos constancia. Se trata de una canción a voz y piano, obra del compositor Art Gillham, que ahora podemos escuchar gracias a la digitalización. Este sistema fue patentado por la Western Electric, llegando a ser el principal soporte de audio (con posteriores evoluciones y desarrollos) hasta la llegada de los formatos digitales. 

Su desarrollo ayudó a revitalizar la industria de la grabación musical, que se encontraba en decadencia debido a la popularidad de la radio, lo que a largo plazo permitió que, buscando un aumento de ventas, la industria de la grabación eléctrica se desarrollara aún más. Gracias a ello se mejoró la calidad del sonido y la durabilidad de este tipo de soportes audiovisuales, lo que ha permitido que los sonidos del pasado hayan llegado hasta nosotros.

Zuriñe Piña Landaburu

Zuriñe Piña Landaburu

Editor de Contenido en Archivoz

Doctora en Ciencias de la Documentación, document controller e investigadora.

Doctora en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid, donde también obtuvo el Grado en Información y Documentación y el Máster en Gestión de la Documentación, Bibliotecas y Archivos. El título de su tesis doctoral es “Ontología de la Guerra civil española”, dirigida por el Dr. Juan Antonio Martínez Comeche, que obtuvo la nota de Sobresaliente Cum Laude.  Actualmente trabaja como Document controller en la consultoría Advisian de la ingeniería australiana Worley Parsons, aunque tiene tres años de experiencia en este sector en diversos proyectos de ingeniería y dos más en el ámbito de documentación y bibliotecas.

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