Hoy nos encontramos con Román Moreno Soto, Coordinador del Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias de México (CEDIF), quien nos hablará del patrimonio cultural ferrocarrilero.

(Archivoz) Para contextualizar a nuestros lectores, ¿podrías comentarnos cuál es la situación ferroviaria actual en nuestro país (México)?

Los sistemas de transporte existen para proporcionar conexiones sociales y económicas que a la par brindan beneficios tanto al individuo como a la sociedad, en ese sentido es  innegable importancia que los ferrocarriles históricamente han tenido durante los diversos momentos que ha transitado la actividad económica, política, social y cultural de nuestro país desde el siglo XIX y que durante los últimos años se expresa en el crecimiento constante del volumen de mercancías transportadas por el ferrocarril, lo cual ha implicado un uso cada vez más intensivo de la infraestructura ferroviaria actual.  Por otra parte, el ferrocarril a través de la modalidad interurbana y suburbana mantiene una participación importante en el movimiento de pasajeros. Durante 2017 se transportaron por ferrocarril 56 millones de pasajeros, según informes de la OCDE. Este papel relevante del sector, ha llevado a la actual Administración a considerar a la formulación y ejecución de proyectos de infraestructura ferroviaria tales como el Tren Maya y el Tren Transísmico como un tema estratégico y prioritario para el país, ya que representa una oportunidad para establecer medios para el desarrollo económico y competitivo con gran impacto social y ambiental, traduciéndose en un desarrollo sostenible a largo plazo.

(Archivoz) ¿Qué es el CEDIF?

El Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias, CEDIF, como se le conoce comúnmente, es el área del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México que tiene como propósito preservar, organizar, describir y difundir los documentos históricos, planos, fotografías y publicaciones especializadas, que produjeron las empresas privadas ferroviarias y sobre todo la propia empresa pública Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) durante el siglo XIX y casi todo el siglo XX, los cuales se resguardan en sus instalaciones ubicadas dentro del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos en la Ciudad de Puebla.

(Archivoz) Cuéntanos un poco sobre la historia del CEDIF ¿Cómo surgió?

En un proyecto poco común en el mundo, la empresa pública Ferrocarriles Nacionales de México (FNM), en 1995, poco antes de iniciar su proceso de liquidación, pone en marcha el Programa Nacional de Rescate del Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico (PRONARE) cuya organización y operación quedó a cargo del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM), que de inmediato se dio a la tarea de conformar un equipo interdisciplinario de especialistas altamente calificados, quienes durante cinco años recorrieron los principales centros ferrocarrileros del país, con el propósito de localizar y trasladar a las instalaciones del MNFM,  los objetos y acervos documentales recopilados, debido al inmenso volumen de estos últimos, en 1997, se crea el Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias (CEDIF) con el objeto de contar con un espacio adecuado para resguardar el patrimonio documental de los Ferrocarriles Mexicanos, así como para fomentar y facilitar su consulta e investigación.

(Archivoz) ¿Cuál consideras es la relevancia de este Centro de Documentación e Investigación?

 Actualmente, constituye el repositorio más importante de la historia del ferrocarril en México, teniendo bajo su resguardo poco más de cuatro kilómetros de documentos históricos; 200 000 planos arquitectónicos de las estaciones ferroviarias; 86 000 imágenes blanco y negro y color; 27 000 negativos; 2 700 diapositivas, 122 videos en formato VHS; 18 películas y 40 000 volúmenes de impresos de publicaciones especializadas, es decir que sus acervos dan cuenta de más de 170 años de la historia, cultura y tecnología vinculadas con el transporte ferroviario, por lo que es una fuente primaria y vigente, que no sólo puede ser utilizada por los investigadores o académicos, reconocidos o no, que pertenecen a muy distintas disciplinas, sino también por los trabajadores del gremio que se capacitan para ascender a maquinistas de patio y camino, o aquellos que modifican o construyen las vías, o los empleados de las empresas concesionarias que realizan tareas de rehabilitación o argumentan, con los documentos que aquí se resguardan, cuál es el impacto ambiental que tienen los ferrocarriles en algunas zonas específicas del país.

Aún más, la documentación ha permitido más de 150 intervenciones a estaciones, puentes, túneles, bodegas y demás obras de infraestructura, como es el caso de las estaciones de San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes, Chihuahua, Veracruz, Oaxaca, entre otras; el Puente de Matamoros, en Tamaulipas; el puente Tamós, de la línea Tampico-Magosal; las obras de dragado en Tampico y las de modificación o rectificación de líneas, como es el caso del Ferrocarril Suburbano de la Ciudad de México, sólo por mencionar algunas. Lo anterior llevó a que en 2016 recibiera el registro que otorga el Comité Mexicano Memoria del Mundo de México-UNESCO por “El valor excepcional y el interés que esta colección representa para el patrimonio documental de la humanidad”, colaborando así en su labor de preservación del patrimonio industrial a través de la conformación de la memoria colectiva y el fortalecimiento de la identidad moderna de los mexicanos.

(Archivoz) ¿Existen otros Centros especializados en materia ferroviaria?

En nuestro país no, en Estados Unidos y Europa si existen centros de este tipo, por ejemplo el de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

(Archivoz) ¿Cuál es la importancia de la documentación bajo su resguardo?

Como ya mencione, los acervos documentales del CEDIF provienen de la empresa pública FNM, misma que promovió y apoyó de manera directa y comprometida el rescate y recuperación de sus archivos, que se encontraban en las oficinas y estaciones a lo largo y ancho de todo el país. Y dado que se trata de documentos de archivo, planos y fotos creados durante el ejercicio cotidiano de las actividades y procesos, los documentos son únicos e insustituibles. Incluso los libros y revistas que fueron editados por la empresa, así como aquellos de gran antigüedad, son ya considerados piezas históricas especiales.  Debe destacarse asimismo, que se trata de documentos originales, pues gracias a las medidas de control que se aplicaron durante el proceso de rescate y recuperación, estos acervos mantuvieron su integridad, en lo que se refiere a fondos documentales y sus series.

(Archivoz) ¿Cuál consideras es su documento más valioso? ¿Por qué?

Es difícil elegir uno debido a la diversidad documental, así que mencionaré el documento más valioso de cada una de las áreas del Cedif.  En el caso del acervo fotográfico, podemos considerar como joya, el álbum de los hermanos Schlattman de finales del siglo XIX, el cual se encuentra empastado en piel de color café y con letras doradas al frente donde se lee View on line of México, Cuernavaca & Pacific Railway, H. F. Schlattman Photo.  Es el registro que realizó el fotógrafo para la línea del Ferrocarril México, Cuernavaca y Pacífico, aproximadamente entre los años 1895-1898. Se trata de un registro que nos muestra en 102 imágenes, parte de la infraestructura ferroviaria instalada a lo largo de la línea, pero también muestra el paisaje y el entorno agrícola por el que atravesaba.

Mientras que en nuestra biblioteca, que resguarda libros cuya temática gira en torno a los ferrocarrileros y algunos de ellos son considerados verdaderos tesoros, entre los que desataca El Proyecto del primer camino de hierro de la República, desde el puerto de Veracruz a la capital de México, impreso por Ignacio Cumplido en 1837. Esta obra es valiosísima por las siguientes razones: porque marca el inicio de la literatura ferrocarrilera mexicana; porque su autor fue un español que desempeñó las carteras de Guerra y Marina, y la de Hacienda en los primeros gobiernos del México independiente, y bajo su supervisión se realizó el estudio de localización de la ruta, tarifas de pasajes y carga, etcétera, y, porque además, su impresión se debe a uno de los editores más destacados del siglo XIX mexicano.

En el Archivo Histórico, podemos destacar como el documentos más valioso el referente a las concesiones que se otorgaron para dar origen al Ferrocarril Nacional Mexicano, un documento que se encuentra en el fondo de la Junta Directiva, sección Líneas originarias. Es importante pues son tres documentos en el que quedaron plasmados la cimiente de lo que posteriormente sería el Ferrocarril Nacional Mexicano, una de las compañías que dieron forma a la consolidación de Ferrocarriles Nacionales de México, en 1908. Estos tres documentos reflejan los años convulsos de México, de mediados del siglo XIX, cuando fue invadido por los Estados Unidos y por Francia. El primer documento es una concesión que el gobierno de Ignacio Comonfort otorgó para la construcción de una línea férrea de Matamoros, Tamaulipas a Monterrey, Nuevo León en el año de 1856. El segundo es la concesión que otorgó a Scipion Sauvage el Emperador Maximiliano para la construcción de un ferrocarril de México a Toluca, en 1865. El tercer documento es la concesión que otorgó el Presidente Benito Juárez a Mariano Riva Palacio para que tendiera vías de Ferrocarril de México a Toluca y Cuautitlán, en el año de 1870.

Por último, en cuanto a los planos destacan aquellos que conforman el fondo Orizaba, los cuales fueron encontrados en esta ciudad veracruzana, y se trata del acervo más importante de la primera gran ruta construida en nuestro país, la del Ferrocarril Mexicano y sus ramales. Son un poco más de ocho mil los planos que lo conforman, entre ellos encontramos topográficos; arquitectónicos de estaciones, talleres, bodegas, almacenes; de puentes, túneles y alcantarillas y, diagramas técnicos de máquinas de vapor, de herrajes y accesorios de vía, entre otros más, que abarcan un periodo cronológico de 1841 a 1989. Fueron rescatados en dos etapas, la primera de febrero a agosto de 1996 en una bodega del taller de carpintería y la otra, de junio a septiembre de 1998 en la oficina del ingeniero residente. En este fondo se encuentran alrededor de cuarenta planos del Ferrocarril Imperial Mexicano, por las fechas que aparecen escritas en algunos de ellos se puede decir que fueron hechos entre 1865 y 1866. Estos materiales dan cuenta del esplendor que prometía el Segundo Imperio, a partir de los proyectos reflejados en los planos de singular técnica y belleza estética. Sin olvidar los valores histórico y patrimonial, son innegables otros aspectos relevantes, como el artístico, por el dibujo y coloreado, el cual aún se mantiene vivo. El valor técnico, porque consigna varias obras de carácter monumental y atrevido para la época en lo que fue la primera gran ruta de ferrocarriles de nuestro país.

(Archivoz) En materia archivística, ¿cuáles son sus prácticas?

Desde 1997, se laboraron las primeras fichas de registro, siguiendo como metodología la Norma ISAD-G. Actualmente, con apego a la Ley Federal de Archivos, el CEDIF fomenta el resguardo, difusión y acceso a los bienes documentales, mediante los servicios de consulta organizados en Archivo Histórico, Biblioteca Especializada, Fototeca y Planoteca, colaborando así en la conformación de la memoria colectiva de pertenencia nacional, labor que le ha sido reconocida con la obtención del Registro Nacional de Archivos del AGN y Memoria del Mundo de México-UNESCO y su aporte ha sido de gran relevancia para la mejor comprensión de la historia económica, política, social y cultural del México contemporáneo.

(Archivoz) En este mismo rubro, ¿cuál consideras es su mayor reto?

Sin lugar a dudas aún existen muchos retos y desafíos por afrontar. De todos ellos, el más importante está relacionado en buena medida con el vertiginoso desarrollo que han tenido en los albores del siglo XXI las tecnologías de la información y comunicación (TICS), en donde las nuevas generaciones han nacido en un mundo en el que estas se entienden como un elemento natural de la vida cotidiana, por lo que difícilmente se interesaran por archivos históricos que no participen en dicha vorágine tecnológica. En este sentido, el CEDIF tiene la responsabilidad de involucrarse en el contexto que la era digital exige, actualizar sus instrumentos archivísticos, con el objeto de tener conocimiento más exacto sobre las existencias documentales de los acervos, disminuir los rezagos en materia de catalogación y brindar un mejor servicio de consulta a los usuarios.

(Archivoz) ¿Cómo se visualiza el CEDIF en un futuro? ¿Hacia dónde se dirige?

Hacia consolidarse como el moderno depositario de los diversos acervos histórico-documentales producidos por las empresas ferrocarrileras históricas que existieron en México, garantizando la preservación de los materiales y la seguridad del personal de trabajo y los usuarios. Logrando ser el promotor nacional de la investigación en materia de patrimonio cultural ferroviario, a través de proyectos que coadyuven a impulsar condiciones favorables al medio ambiente, la movilidad urbana, la recreación y la salud, trayendo consecuencias benéficas en términos de desarrollo social y sustentabilidad a la sociedad.

Román, agradecemos mucho tu tiempo y tus palabras. Finalmente, a nuestros lectores los invitamos a consultar su sitio web y redes sociales.


Entrevista realizada por María Saribel Cortés Hernández

 

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